
En mi opinión, la manera de crear esos sistemas de sanación es a través de nosotros mismos,poniendo la intencion de hacérnoslo a nosotros mismos y a esa persona que está en la misma sintonía de quererse curar.
Con el poder y convicción de nuestra Fé, decretando y visualizandonos ya sanos. Es así como haremos funcionar nuestra verdadera magia.
Cada vez que entran nuevas energías, vemos que la enfermedad no existe, la creamos a través de nuestro ego .
El utilizar al mismo tiempo energías, como sonidos, colores «geometrías, cristales» y energías nos puede ayudar, pero se acabará volviendo una dependencia, como un medicamento. Por ello en mi opinión, lo importante es tomar conciencia y conectar con nuestro Yo Superior. Todos Somos Uno
La enfermedad física no accidental es una respuesta de nuestro alma, cuando nuestro niño/a interior no es feliz y nos dá esos toques de atención poco a poco para que nos demos cuenta de que algo en nuestra vida no está bien.
La enfermedad A (causa) provoca un desarreglo que intenta solventar la enfermedad B (respuesta). El caso es que llevamos dentro las semillas que posibilitan el desarrollo de las enfermedades.
Semillas en forma de:
a) Estrés residual, bien por hechos acaecidos a nosotros en cualquiera de nuestras vidas, bien por memorias energéticas de sucesos ocurridos a alguno de nuestros ancestros.
b) Patrones mentales erróneos, tanto individuales como colectivos.
c) Patrones reactivos insanos, convertidos en hábitos.
d) Efectos del karma negativo.
e) Consecuencias de votos, promesas y juramentos.
Ciertamente, también puede haber causas externas, debidas al entorno; pero, con frecuencia, resultan más determinantes las provenientes de nosotros mismos, a través de nuestra negatividadad y nuestro Ego, las creamos. Todo depende de nuestra actitud.
Así, por ejemplo, ante una misma epidemia comprobamos que unas personas enferman y otras no, aún encontrándose en circunstancias similares.
Muchos sistemas de sanación resultarán altamente eficaces por sí mismos en el tratamiento del primer apartado, y con su aplicación podrán desaparecer múltiples dolencias.
Sin embargo, la sanación del requiere una transformación del individuo y, por tanto, la voluntariedad y dedicación (a veces, también esfuerzo) que el enfermo habrá de aportar para sanarse a sí mismo (mientras, eso sí, se auto-aplica o le aplican otros los métodos o técnicas). De hecho, la sanación de algunas inarmonías va a requerir el consentimiento consciente y expreso del receptor (por ejemplo, la liberación de votos, promesas y juramentos).