C) AGUA (Pez y su evolución Reptil)
1.PECES
En general el pez suele relacionarse con la fecundidad, ya que es prolífico en crías, y con el océano primigenio, un lugar hostil y peligroso, ya que habita en las profundidades del agua.
Aparecen como símbolos en la mitología y que se asocien a algunos dioses se debió a que algunas especies destacaban sobre otras por ciertas características (el color de su piel, su fortaleza, sus capacidades…)
Algunas localidades o provincias era un animal sagrado, en otras no .Su rápida putrefacción, su fuerte y desagradable olor y el hecho de vivir bajo el agua en las oscuridades misteriosas pudo provocar que tuvieran connotaciones negativas.
Cuando el historiador Plutarco, entre los años 85 y 126 d.C., escribió su libro Sobre Isis y Osiris señaló que el dios Osiris había sido asesinado por su envidioso hermano Seth, fragmentando su cuerpo y lanzando los trozos al Nilo. La esposa de Osiris, la diosa Isis, buscó todos los fragmentos hallando todos excepto el falo, que había sido devorado por tres peces: la carpa del Nilo (Lepidotus), el Oxyrrynco (Mormyrus) y el mújol (Phagrus). En consecuencia estos peces fueron considerados impuros en ciertos centros religiosos, y a sus sacerdotes les estaba prohibido su consumo
Algunos sirvieron como elementos mágico-decorativos en paletas predinásticas, cucharas de afeites, platos, colgantes, vasos…
Perca del Nilo o Lates nilóticus
La perca del Nilo estaba asociada al Alto Egipto, lugar donde se encuentra más fácilmente (la tilapia se relacionó con el Bajo Egipto). Ambos peces aparecen representados juntos con cierta frecuencia.
También se relacionó con Neith de Esna, entendiéndose que era el aspecto que tomó la diosa para poder desplazarse por las aguas del Nun. En este yacimiento y concretamente en su necrópolis se han hallado una buena cantidad de estos peces momificados.
Los egipcios le denominaron Abdu. Por su apariencia extraña y por el tono azulado de su piel lo vincularon al lapislázuli, lo que le añadió unos poderes especiales. Fue también una manifestación del dios Osiris, cuando comenzaba en la noche a regenerarse bañado en las aguas regeneradoras, acontecimiento que algunos autores han definido como la gestación antes del renacimiento.
También era el protector y conductor de la barca nocturna de Ra, el que cuidaba de que no quedara encallada y el que avisaba de la presencia de los genios maléficos o de la dañina serpiente Apofis. En algunos textos se le denomina Ba de Ra.
Como símbolo del renacimiento lo encontramos en la tumba de Ja-bejent, en la ciudad de obreros de Deir el-Medina. Allí podemos observar la típica representación de Anubis momificando a Osiris, pero en este caso, Osiris ha sido sustituido por un gran pez posado sobre una cama.
El cocodrilo
Fue relacionado con Sobek u otras divinidades. Morir en sus fauces era un honor.
Simbolo de renacimiento
Conexión con el cielo y el agua
Adorado en Kom-Ombo, en Tebas y en el Faiyum y servía como alimento en Elephantina
Entidad que emergía de las aguas buscando el Sol o salía de éstas como el Sol, los cadáveres de los difuntos podían ser arrojados al Nilo, en la creencia que esta divinidad acudiría para llevarlos al Más Allá
se hicieron unas figurillas que reproducían su aspecto para obtener un poder mágico sobre estos animales, y así protegerse.
Por ello, sobre los muros del templo de Horus, en la ciudad de Edfú, podemos ver al cocodrilo como representante de Seth, el hermano asesino del dios Osiris. En esta imagen es Horus el encargado de aniquilarlo por medio de un poderoso arpón
Si el difunto adquiría la apariencia del cocodrilo era más rápido cuando tenía que cruzar un río o un terreno pantanoso, para ir al más allá.
De entre todas las hipóstasis de dioses con aspecto de cocodrilo podríamos destacar a Jentijet y a Sobek, que tuvieron su templo principal en la ciudad de Kom Ombo. Tanto allí como en Crocodilópolis (Fayum) los cocodrilos se momificaban y enterraban con toda clase de ceremonias.
Hubo veces en las que el cocodrilo podía adoptar aspectos compuestos, por ejemplo, en Edfu se reprodujo con cuerpo de cocodrilo y cabeza del halcón.
Representaba las constelaciones en cada uno de los puntos cardinales era el método para delimitar el cosmos, según se cita en el Libro de los Muertos del Reino Nuevo
Representaciones tumba de Sethy I en el Valle de los Reyes o en la de Sennenmut en Deir el-Bahari, ambas del Reino Nuevo.
El pez ( oxirrinco )Oxirrinco o Mormyrus oxyrhyncus, Mormyrus kannume o Pez Elefante-Unicornio
Es otro de los pescados responsables de haber comido el falo de Osiris, cuando Seth lanzó sus miembros al río.
Su aspecto benéfico se justifica por haber nacido de las heridas causadas al dios Osiris y en este mito no se le vincula a la ingestión del miembro viril del dios del Más Allá.
En la ciudad que llevó su nombre, actual el-Bahnasa, se han hallado una serie de necrópolis comunitarias donde estos peces, previa momificación, eran enterrados cuidadosamente.
Pudo relacionarse con Tueris, según una estela escrita en griego de época de Ptolomeo XI.
En ocasiones el phagrus y el oxirrinco se confunden aunque el segundo parece haber sido más popular.
Cuentan leyendas que el oxirrinco era representado como un unicornio, tenía forma de ballena-caballito de mar y podía volar
Pez Gato (Synodontis betensoda, Synodontis schall, Selachi, Mustelidae, Bargrus, Sciaena, Arius trachysurus, Eutropius y Schilbe (Siluro), Melapterurus electricus y otros).
*Por su parecido al felino, en Baja Época se asoció a la diosa Bastet.
Se caracterizan por poseer unos bigotes que recuerdan a los de los gatos.
Algunos ejemplares como el Malapterurus electricus emite ciertas descargas eléctricas para atontar a sus presas y quizá fue esta la especie a la que los egipcios dieron connotaciones funerarias, ya que esta cualidad podía ser imprescindible para que el difunto se defendiera de los genios malignos en el Más Allá.
Otros peces del suborden de los peces gatos son los que pertenecen al género Clarias y Heterobranchus, fáciles de distinguir por la forma de su cabeza. Estos son peces especialmente resistentes que pueden vivir en aguas con carencia de oxígeno y pueden nadar hacia la superficie y respirar el aire de la atmósfera. Por otro lado, están capacitados para cubrir distancias de hasta 200 metros en tierra con objeto de desplazarse buscando un nuevo y más apropiado lugar donde vivir.
Se encuentra entre los signos que componen el nombre del rey Narmer en su célebre paleta. En este caso el Heterobranchus fue denominado por los antiguos egipcios Nar. También parece encontrarse en una pequeña placa de marfil del rey Dyer de la misma dinastía.
Algunos autores suponen que, como la Tilapia, tenía cierta relación con la fertilidad, la habilidad para dominar el caos.
Dentro de los peces gatos, algunos se relacionaron con la maternidad y los niños, y en consecuencia con la fertilidad, siendo el que adorna los cinturones y las trenzas de las mujeres, en los amuletos que se encuentran en las tumbas de niños o en los frascos de cosméticos.
El pez gato se relacionó con el sol y se pensó que era uno de los peces que servía de guía a la Barca de Ra en el Más Allá. De hecho algunos genios que ayudan al sol en su recorrido nocturno tienen cuerpo de pez y cabeza de Pez Gato.
Anguilas
Por su actividad nocturna, ningún animal acuático reunía mejores características para relacionarse con Atum.
–apariencia es similar a la serpiente terrestre, entidad primordial por naturaleza a la que está asociado el dios como demiurgo.
Por otro lado, su hábitat acuático se vinculó al del creador cuando estaba diluido en las aguas caóticas del Nun, antes de tomar consciencia de sí mismo y comenzar la creación como dios primigenio.
Las serpientes fueron consideradas animales ctónicos; al añadir al aparente oficio un medio que incluía el agua, su simbolismo se enriquecía considerablemente.
Algunos dioses vinculados a la anguila fueron Shu-Onuris y Tefnut-Mehyt
Barbo o Lepidotus (Sp. Labeo, Barbus bynni). Familia de las Carpas
capaz de nadar contra corriente en las condiciones más adversas.
Esta cualidad le llevó a ser representante de valor, fuerza y fortaleza puesto que, además, puede vivir en aguas muy sucias sin sufrir problemas en su organismo.
Se asoció a la putrefacción y por tanto a la fase sufrida por Osiris a su muerte, gracias a la cual se produjo su resurrección.
en algunas localidades se consideró un ente hostil, identificándole con uno de los peces que se habían tragado el falo del dios cuando su hermano Seth le asesinó y lanzó sus pedazor al río, mientras que en otros puntos de la geografía egipcia conservó su perfil beneficioso.
En Lepidontópolis, la egipcia Per-Mehit, actual Nag el-Masharyt, recibió culto al vincularse con el dios del Más Allá y formó pareja con la Hatmehit, una diosa local que llevaba sobre la cabeza un pez y que se ha relacionado con la carpa (por su aspecto se parece más a un siluro y según algunos autores un delfín).
Fue muy frecuente la presencia de barbos en los bronces de la Época Tardía y sus cuerpos fueron momificados desde períodos anteriores.
Chromis labriformes o Tilapia nilótica
Conocido por el nombre árabe bulti, éste es el pez inet de los antiguos egipcios.
Al ser un cíclido, simbolizó el renacimiento, la vida y la fertilidad y se relacionó con la habilidad para dominar el caos (como el Clarias). Por todas estas razones se entendió como una transformación del Osiris -y del propio difunto- que, además tomaba la forma de pez para cuidar que su barca no encallara. A menudo se encuentra inmortalizado junto a un loto, otro símbolo de renacimiento muy habitual.
Aparece con mucha frecuencia en las paletas de época predinástica (Nagada II) e incluso se encuentra representada en etiquetas de marfil del período tinita. Quizá el hecho de que los egipcios se fijaran en este animal fue porque este pez era del color del sol (rojizo) y además tenía una forma ovalada, es decir, reunía los requisitos idóneos para relacionarlo con Atum-Ra.
Estuvo asociado al Bajo Egipto, lugar donde proliferaba. En este sentido, tanto la Tilapia como la perca aparecen juntas en escenas de caza en los pantanos donde, con un mismo arpón, se pescan ambos animales, simbolizando el Norte y el Sur de Egipto.
La Tilapia nilótica también se identificó con Horus cumpliendo el papel de rechazar a los enemigos de Ra en la barca nocturna y, en el Periodo Ptolemaico, se relacionó con Hathor de Dendera, la contrapartida femenina del sol por esta vinculación y porque algunos ejemplares tienen un color azulado por lo que se relacionó con la turquesa.
Mújol, Phagrus (Mugil auratus, M. capito, M.cephalus, y Mugil ramada)
Es un pez de aguas salobres, que durante el verano entra en el río Nilo en grandes bancos, nadando contra corriente y saltando por encima del agua hasta llegar a Assuan, algo que fascinó tanto a los egipcios como para incluirlo dentro de su mitología, considerándose un heraldo que anunciaba la crecida del río y mensajero de Hapy. Por otro lado, por el color rojizo de sus aletas y por el tono dorado o plateado de su piel se relacionó con el sol nocturno y por tanto con la luna y con Osiris.
El hallazgo de estos peces momificados en el yacimiento de Elefantina parece indicar que allí tuvo un centro de adoración, muy posiblemente por su relación con el Nilo aunque en otros fue considerado un animal impuro.
La identificación de este pez con el Phagrus, llamado por los antiguos egipcios HbA, es aún motivo de estudio. Mientras que algunos entienden que se trata del Mújol cephalus otros lo relacionan, con el alestes o con el hydrocynus, ambos de la familia de los Characidae o peces tigre.
En cualquier caso, el Phagrus fue citado por autores clásicos (Elio, Plutarco, Clemente de Alejandría) del que dijeron era uno de los tres peces responsables de comerse el falo de Osiris cuando fue desmembrado y lanzado al río por Seth.
Aunque los egipcios supieron muy bien distinguir al phagrus del oxirrinco, parece que no ocurrió de igual modo a la hora de escoger el pez que debía ser cuidadosamente momificado y en cementerios donde en teoría sólo debían inhumarse oxirrincos también se han hallado fagros.
Siluro o Schilbe
Aunque la carpa del Nilo ha sido identificada con el pez que aparece sobre la cabeza de la diosa Hatmehit, su aspecto se parece más al del siluro pese a que algunos autores piensan que pudiera tratarse de un delfín.
Éste es un pez de agua dulce de difícil clasificación ya que existen veintiocho familias con más de mil especies.
En general se caracteriza carecer de escamas; su piel está recubierta por una especie de placas óseas que le protegen a modo de armadura. En la boca tiene una serie de babillas que varían en número, dependiendo de la especie, de dos a ocho. Se defiende de sus enemigos emitiendo una corriente eléctrica o con una fuerte espina, que puede ser dentada, conectada a unas glándulas venenosas. Vive en la profundidad del río pero tiene la capacidad de poder subsistir, en casos extremos, en charcas de aguas cenagosas con muy poca profundidad (2 cm). Su actividad se desarrolla principalmente en la noche.
Al ser un pez poderoso y temido pudo colocarse a la cabeza de los animales acuáticos aplicándose a la personalidad de Hatmehit la que está frente a los Pescados o la que Preside la Crecida, que a su vez se relaciona con Banebdyedt, con Jnum y con el Nilo.
El hipopótamo
Desde tiempos Predinásticos fue representado en gran cantidad de figuras, tanto en forma de pintura, relieve o estatuilla.
Parece simbolizar el vigor y la fuerza, características de este mamífero herbívoro pero además por su asociación con las aguas del río y los terrenos pantanosos (siempre que fuera hembra) se relacionó con la fertilidad y la maternidad.
El macho de la especie simbolizó al mal. Esta identificación (sobre todo si era de color rojo) no carece de lógica, puesto que realmente suponía un peligro para las frágiles embarcaciones de papiro e, incluso para la barca de Ra, en el Más Allá. Es más en el arcaico ritual de la caza del hipopótamo se reproducía la victoria del orden (el bien) sobre el caos (el mal), manteniendose así el equilibrio cósmico.
Como representante del desorden se relacionó con el dios Seth, siendo éste uno de los muchos aspectos que podía tomar este dios y así lo encontramos representado en los muros del templo ptolemaico de Edfú donde se reflejan las batallas acaecidas entre Horus, para vengar la muerte de su padre y su tío Seth.
La hembra del hipopótamo se relacionó, entre otras, con la diosa Tueris. Su voluminoso vientre recordaba al de las embarazadas, haciendo de ella una entidad positiva que con su gran fuerza defendía a las mujeres, les otorgaba fertilidad y, después de la muerte regeneración. Otras divinidades femeninas que toman el aspecto de una hipopótamo hembra fueron Opet, Isis, Nut y Hathor, entre otras. Todas ellas ayudaban al difunto para que se produjera su renacimiento en el Más Allá.
cuya ambivalencia es curiosa, pues por un lado le temían porque la magnitud del animal ponía en riesgo la navegación y porque su apetito voraz destruía los cultivos. En alguna época se consideró como manifestación de Set, ya que en el hipopótamo convergían todas las fuerzas del Caos, por lo que fue denigrado. Pero por otro lado fue adorado como representante de la diosa Taweret, una de las diosas que a nivel popular tuvo mucho arraigo por ser protectora del hogar y de las parturientas.
La Tortuga * serpiente con patas «dragon»
Comenzó siendo un animal simbólicamente negativo, más tarde se tornó benéfico, sin embargo nunca figura en las mesas de ofrendas pese a que sí se comieron.
Los egipcios consideraron a la tortuga una clase de pez. Aunque en otras culturas suele estar relacionada con la representación del cielo y la tierra (la parte curva del caparazón es la bóveda celeste y la plana la tierra) en Egipto no parece haberse identificado con tal concepción, sino que, muy por el contrario, estuvo adscrita al Mundo Subterráneo.
Aunque hay varios tipos de tortugas que pudieron ser identificadas con fuerzas sobrenaturales cuyo hábitat fueron el Mar Mediterráneo, el Mar Rojo y el Nilo.
La tortuga de río es de costumbres nocturnas.
En el proceso de hibernación se entierra en el lodo del fondo del río y puede permanecer allí sin necesidad de respirar durante varias semanas puesto que puede extraer el oxígeno del agua, aunque no tienen branquias. Su relación con el agua y su aparente resurrección la hizo un magnifico símbolo de renacimiento.
Además este animal realiza la puesta de huevos en la orilla del río, de donde, al cabo de un tiempo, surgen las pequeñas tortugas espontáneamente dirigiéndose directamente al río. Todas estas peculiaridades, junto a su longevidad y su capacidad para esconderse dentro del caparazón, fueron quizá motivos más que suficientes para ver en ella una entidad divina.
Cubriendo un papel mucho más negativo, a partir del Reino Nuevo, figura siendo arponeada quizá por considerarse peligrosa al nadar bajo el agua y suponer un peligro potencial para la barca de Ra.
Se asoció con Set y con los enemigos de Ra porque se asocia con la noche, y así llegó a simbolizar la oscuridad y del mal.
Por un lado parece haber sido un animal protector ya que se encuentra desde el Predinástico representada en paletas de esquisto teriomorfas empleadas para moler minerales para el maquillaje, en forma de vasos y vasijas, en los marfiles mágicos del Reino Medio y más tarde como genio del Más Allá.
Desde un punto de vista más práctico, los egipcios emplearon la concha de la tortuga de mar para confeccionar escudos.
La Rana
La rana es otro de los animales que se encuentran en el panorama religioso del antiguo Egipto al llevarse al terreno de lo divino animales y objetos de la naturaleza. De hecho su nombre genérico (Qrr) es quizá la onomatopeya del sonido que emiten.
Ellas eran, junto las serpientes, eran las primeras que aparecían y se reproducían en los islotes que emergían tras la retirada de las aguas de la crecida del Nilo de una manera realmente prolífica. Su etapa de renacuajos y su transformación en batracios adultos no acabó de entenderse muy bien y se les asignó un simbolismo religioso de transmutación y renacimiento, de vida renovada, de generación espontánea puesto que se vincularon a lo ctónico y primordial.
Según la cosmogonía de la ciudad de Hermópolis, el grupo responsable de incubar el huevo de donde nació Ra (el Sol) eran estas ranas y estas serpientes (la ogdóada hermopolitana), siendo las ranas los miembros masculinos de estas parejas.
Como animal protector aparece representada en multitud de amuletos y en los llamados marfiles o cuchillo mágicos, unos objetos que guardaban a las mujeres proporcionándoles protección y fertilidad puesto que la rana fue responsable de que el embarazo de las mujeres llegara a buen término.
El renacuajo sirvió para escribir el número 100.000, es decir el que servía para designar lo ilimitado, la regeneración eterna y de la abundancia.
Fue símbolo del dios de la magia Heka y de la diosa del nacimiento Heket.
Finalmente, recordar su presencia iconográfica en contextos meroíticos, representada sobre vasijas tal vez como símbolo de presencia (permanente) de agua.
era el símbolo perfecto de la vida en constante mutación. La diosa Heket
era representada con forma de rana como protectora de los nacimientos.
El Pato (Anade)
Cuando simbolizan el caos, las encontramos volando en bandadas y siendo cazadas por medio de redes o palos arrojadizos. Relacionados con aspectos más terrenales, los encontramos durante el Reino Nuevo en la mano de las muchachas, como si fueran animales domésticos o formando parte de la decoración de unas cucharillas para cosméticos, entendiéndose que pudieron tener algún tipo de conexión con la feminidad, la sexualidad y el erotismo e incluso con la regeneración.
El ánade se Identificó con ciertos dioses, entre ellos quizá debemos destacar la oca de Amón (Alopochen aegyptiacus), el emblema del dios de la tierra Gueb y el dios del aire Shu (Ansar albifrons).
Como entidad creadora aparece en infinidad de ocasiones con el nombre de Gen-Uer “El Gran Cacareador”; este apelativo lo llevan varios dioses creadores, sobre todo aquellos que en algún momento se relacionaron con la ciudad de Hermópolis (Amón y Gueb)
Pese a todas estas connotaciones religiosas, los ánades se encuentran entre las ofrendas y sacrificios que se presentaban a dioses y difuntos para su sustento eterno. La calidad de su carne no pasó desapercibida.
Como ocurrió con otros animales que sirvieron de manifestación divina, los ánades fueron momificados, sobre todo desde el siglo IV a.C.
Caballito de Mar
El hippocampo o caballito de mar no es en absoluto frecuente en la iconografía egipcia, sin embargo aparecen documentados al menos un par de casos, un bronce y un sarcófago, donde fueron representados. El primero se encuentra en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de Madrid (bronce nº 5 de la colección Faure) y el segundo forma parte de la decoración pictórica de la caja del sarcófago de Amenemone del Tercer Periodo Intermedio hoy alojado en el Museo del Louvre en París aunque, en este se ha representado un genio del Más Allá de cuerpo serpentiforme cuya cabeza es la de un equino y que evoca lejanamente a un hippocampo.
En todos los contextos parece lógico pensar que, de algún modo, se relacionó con alguna forma de divinidad asociada a la regeneración del difunto, pudiendo tener connotaciones apotropaicas. Su iconografía, sin embargo, no tuvo la resonancia que, paralelamente, tuvo en el Mundo Clásico.