El sacerdote o thermosthete encargado de las ceremonias, tenia que tener en cuenta los astros como estaban colocados para asociarlos con sus puntos cardinales
a los que se asociaba cada dios en forma de animal
Con sus danzas, rituales, cantos se honraban leyendo el libro de los muertos a través de sus conjuros, como parte de la iniciacion
PUNTOS CARDINALES
El simbolismo de los puntos cardinales tuvo uno de los conceptos más claros en Egipto.
-Norte-Sur estuvo relacionado con concepciones estelares -era el eje del río Nilo–
-Este-Oeste estaba identificado con creencias solares, estableciendo un paralelismo entre el nacimiento del astro (el Este) y la muerte y del mismo (Oeste).
Los puntos cardinales fueron el modo de simbolizar el cosmos por lo que en muchas ceremonias se lanzaban al viento cuatro aves para que comunicaran a todo ser viviente, y en toda la tierra conocida, las noticias de un acontecimiento concreto que el monarca había realizado.
Norte
Era el lugar donde a comienzos del Reino Antiguo se situó la entrada de la pirámide
ya que en este punto se encontraban las estrellas circumpolares a las que el difunto esperaba fundirse.
El Norte también se relacionó con la diosa Uadyet, con el loto y con la Corona Roja.
Generalmente en los templos se conservaba esta orientación para situar a las divinidades y a los símbolos (coronas, plantas heráldicas…) que pertenecían al Bajo Egipto.
Símbolo del Norte fue uno de los cuatro hijos de Horus, el dios Hapy que tenía cabeza de mono, así como la diosa Neftis.
De hecho los vasos canopos que guardaban las vísceras momificadas del fallecido se orientaban según el dios que personificaba cada recipiente, siendo Hapy adscrito a los pulmones.
Sur
Era el punto donde se entendía que estaba el origen del mundo, es decir, el eje de la tierra y el lugar de donde manaban las aguas primordiales.
Éstas fluían del interior de una cueva, localiza en la isla de Elefantina(Assuán) guardada por el dios Jnum y de allí procedía la crecida que cada año beneficiaba al país.
El Sur también estuvo relacionado con la diosa Nejbet, con el papiro, con el color blanco y con la corona del Alto Egipto.
Generalmente y siempre que era posible, en los santuarios se conservaba esta orientación para situar a las divinidades o a los símbolos (coronas, plantas heráldicas…) que pertenecían al Alto Egipto.
Símbolos del Sur eran el dios con cabeza humana Amset, uno de los cuatro hijos de Horus y la diosa Isis. De hecho los vasos canopos que guardaban las vísceras momificadas del fallecido se orientaban según el dios que personificaba cada recipiente. Esta deidad era la guardiana del hígado.
El Este
Era el punto del renacimiento, el lugar donde el sol y el difunto amanecían cada mañana completamente rejuvenecidos después de haberse regenerado en el viaje nocturno en el Mas Allá.
En el Este era donde, generalmente, se construían las ciudades y donde a mediados del Reino Antiguo se colocó la entrada de la pirámide y el Templo Funerario.
Asociado a este punto cardinal estaba la diosa Iabet, vinculada al renacimiento del sol.
Símbolos del Este eran el dios con cabeza de chacal Duamutef (uno de los cuatro hijos de Horus) y la diosa Neith.
De hecho los vasos canopos que guardaban las vísceras momificadas del fallecido se orientaban según el dios que personificaba cada recipiente. Duamutef era el encargado de velar el estómago.
El Oeste
Es el punto por donde se produce la puesta de sol, el emplazamiento del Mundo de los Muertos
situaron las necrópolis.
Algunas deidades estaban asociadas a este punto cardinal; tal es el caso de la diosa Hathor en su forma de Amentit, que llevaba el titulo de Señora de Occidente
encargada de la protección de los muertos aunque de forma subordinada, las divinidades de las necrópolis estaban también asociadas a este punto cardinal.
Símbolos del Oeste eran el dios Kebhsenuf, con cabeza de halcón, (uno de los cuatro hijos de Horus) y la diosa Selkis.
De hecho los vasos canopos que guardaban las vísceras momificadas del fallecido se orientaban según el dios que personificaba cada recipiente, siendo Kebhsenuf el responsable del intestino.
Las pirámides. Egipto
tiene más de 90 pirámides principales construidas entre 2600-1500BC. La gran mayoría se encuentra en el norte, en la región del delta del Nilo. Todos ellos se encuentran en la orilla oeste del Nilo. Las más famosas son las estructuras encontradas en Giza, construidas durante la cuarta dinastía.
La Gran Pirámide (Khufu). Es la única estructura sobreviviente de las siete maravillas del mundo antiguo. Vea un mapa de las siete maravillas.
Khafre. Hijo de Khufu, nieto de Sneferu.
Menkaure. Hijo de Khafre.
La Esfinge. Medio león y mitad hombre.
Israel. Israel vivió en la tierra de Goshen durante un período próspero de muchos proyectos de construcción. Probablemente construyeron algunas de las pirámides.
Nubia. Este es el reino que está al sur de Egipto. Tienen más de 180 pirámides. Muchos son pequeños edificios.
El Nilo es el río más largo del mundo (6825 Km). Fluye desde África hasta el mar Mediterráneo a través de dos afluentes principales que se encuentran en Jartum, Sudán.
Nilo azul. Sus aguas principales están en el lago Tana en Etiopía.
Nilo blanco. Las aguas principales más distantes se encuentran en los bosques Nyungwe de Ruanda. Ellos y muchos ríos de alimentación fluyen hacia el lago Victoria y luego hacia el lago Albert.
ORIGEN DE EGIPTO
https://m.youtube.com/watch?v=6o7iHQ_JghA
LA CRUZ ANK-SIGNIFICADO DE LA VIDA
CRUZ DEL ANK- ELECTROMAGNETISMO
EL LIBRO DE LOS MUERTOS-EL VIAJE
-EGIPTO – XII HORAS DE DUARTE (El LIBRO DE LOS MUERTOS) Antiguo Egipto
*El Sacerdote era quien redactaba las primeras fórmulas del Libro durante la ceremonia funeraria, para la preparación del difunto al más allá.
Porque los egipcios creían que el difunto emprendía un VIAJE SUBTERRANEO desde el oeste hacia el este, como Re= el Sol.
Los egipcios querían desafiar al tiempo, atrasando el proceso hasta el infinitoLos egipcios decían: «conservo la identidad y no muero del plano mental» pero sí del físico.
Fórmula 3. Para llegar a la LUZ del DÍA y para vivir tras la Muerte
» Salve, Oh Tum, tú que te elevas sobre las profundidades de los Abismos cosmicos!
¡Enorme es, ciertamente, tu fulgor!
¡Ante mí apareces en forma de un León con dos cabezas…!
¡Permíteme aprender tu Palabra de Potencia!
¡Da tu fuerza a los que de pie, ante ti, la escuchan!
¡Aquí estoy y me uno a los innumerables dioses que te circundan, oh Ra!
En verdad como Ra tras la muerte vivo, día tras día,
y como renace todos los días de la víspera,
así yo renazco de la muerte.
Todos los dioses del Cielo se regodizan viéndome vivir, así como se regodizan viendo vivir a Ptah,
cuando se exhibe en todo su esplendor, en el gran templo de Heliópolis.
-APERTURA DE BOCA : abrían ojos, orejas, nariz y boca del difunto -El Libro de los Muertos recoge el hechizo puntualmente y en él se da cuenta de cómo el dios Ptah abre la boca y desata las ligazones y ataduras con que el dios Seth ha sellado los sentidos del personaje al morir. Y también cómo es purificado y lavado para poder llegar limpio a presencia de los dioses. El sacerdote recita:
IX Libro para la Salida al día – Re tras ponerse vuelve a su punto de partida
«He abierto los caminos que están en el Cielo y en la Tierra, porque soy el bienamado de mi padre Osiris. Soy noble, soy un espíritu, estoy bien pertrechado.
¡Oh, vosotros, todos los dioses y todos los espíritus, preparad un camino para mí»
«Que seas repuesto,
que sean regenerados tu vigor y tu juventud.
Escucha mi voz y renace con el conjuro. Oye mi conjuro.
Sé renovado, que tu cuerpo reviva, que se encajen tus huesos y sean firmes tus miembros».
«Que tus músculos sean reforzados,
tu espina dorsal se levante derecha nuevamente,
tus ojos vean por ti,
tus pies caminen para ti,
tus oídos se abran para ti,
tu lengua hable para ti,
tu voz se escuche,
tus labios suenen,
tu corazón vuelva a latir.
Acompaña a Osiris y sé renovado en presencia del dios.»
Las vendas que envolvían la momia llevaran inscrita la fórmula 154 del Libro, para PREVENIR LA DESCOMPOSICIÓN, porque el difunto no quería tener que comer de sus propios excremento, algo que les preocupaba mucho a los egipcios.
Fórmula 154.
» Yo vengo para embalsamar a esos miembros míos. Este cuerpo es mío no sé descompone.
Yo estoy intacto como mi padre Osiris-Khepri que es la imágen ( mía ), aquel cuyo cuerpo no se descompone.
Ven toma posesión de ( mi ) soplo, señor de la respiración, supremo entre su Similar.
Hazme estable, fórmame tú, Señor del sarcófago.
Otorga que yo pueda caminar para la eternidad, como haces tú, cuando estás con tu padre Atúm,
cuyo cuerpo no se corrompe nunca, aquel que no conoce destrucción»
*Durante ese trayecto el fallecido, MONTADO EN LA BARCA DE «RE», se enfrentaría a seres peligrosos que intentarían impedir su salida por el este y su renacimiento.
Y así podía adquirir las propiedades de varias divinidades y luchar contra los enemigos:
-Apofis: serpiente que quiere interrumpir la barca solar y romper el Maat «justicia y el orden cósmico, caos», y era la gran enemiga de Re
conjuro 179, El Sacerdote dice:
«Qué seas sumergido en el lago del Nun, en el lugar establecido por tu padre para tu destrucción. ¡Retrocede! ¡Se destroza tu veneno!
Me ha sido concedida la gran Corona Roja y salgo al día contra mi enemigo, para capturarlo, porque tengo poder sobre él. Me lo comeré en el Gran Campo, sobre el altar de Wadjet, porque tengo poder sobre él, como Sekhmet, la grande»
conjuro LV, LVI : para Respirar Aire en el Mundo Inferior
«Entre los Purificados soy un Purificado.
Soy el dios Shu, que en las regiones de los dioses luminosos,
atraé hacía el Aire del Océano celeste, hasta los límites del Cielo,
y los límites de la Tierra, los límites de la Luz Divina.
¡Qué el Aire anime, pues a este joven dios, que despierte!
¡Qué el Aire dulce de respirar llegue a las ventanas de mi nariz. como llega a las tuyas, oh Tum!
¡Bendito sea tu santuario de Unnu! He aquí que, volando en medio del Océano celeste,
yo permanezco en guardia ante el Huevo Cósmico de Genden Ur…
Si yo ofrendo, este Huevo también ofrenda.
Si yo revivo, este Huevo también revive.
Pues el Aire que yo respiro y vivifica, es el mismo Aire que lo vivifica a él»
conjuro XXXII : Estancamiento para rechazar a los Espíritus con rostro de cocodrilo
«Ha sido abatida la gran Divinidad antigua, derribada…
Sobre un costado descansa, el rostro contra la Tierra.
Sin embargo las Jerarquías celestes la elevan…
y ahora mi Alma arriba, habla con su Padre divino…
Y le libra de las trampas de 8 demonios con cabeza de cocodrilo. Ciertamente conozco sus Nombres y sé como se sustentan,
libero yo a mi Padre celeste de los actos de estos demonios.
¡Aléjate demonio con rostro de cocodrilo, tu cuya morada esta en el Oeste!
¡ Sé que los Signos del Zodiaco te sustentan, Sabe pues, que yo traigo en mi corazón, lo que más odias!
¿Te vuelves implacable frente a Osiris?….Pues escucha: ¡Yo soy Ra!
¡Aléjate diablo con rostro de cocodrilo, tu que moras en el Oeste!
¡Aprende que el Espíritu Serpiente Naau mora en mi pecho!
Lo voy a arrojar contra ti. Para que tu fulgor no pueda dañarme.
¡Aléjate demonio con rostro de cocodrilo, tu que moras en el Este!
¡Te nutres de los que deboran las basuras!
¡Lo que traigo en mi Corazón, es lo que más aborreces!
¡Observa! ¡Mira como camino! ¡Si, yo soy Osiris!
¡Aléjate demonio con rostro de cocodrilo, tu que moras en el Este!
¡La diosa-serpiente Naau habita en mi pecho!
¡La arrojo hacía ti, miralo!
¡Tu fuego no podrá perjudicarme!
¡Huye demonio con rostro de cocodrilo, tú, cuya morada esta en el Sur!
¡Tú que persistes entre desperdicios y excrementos!
¡Porto en mi corazón lo que más odias!¡ Que no esté en tu mano la fulgurante llama!
*Finalmente después de superar el difunto esas pruebas, llega a un LABERINTO, protegido por 7 puertas.
Ante cada una de ellas, el difunto debía pronunciar un texto determinado, mencionando el nombre de la puerta, su guardián y pregonero, y en cada ocasión la puerta le decía: » Pasa, pues eres puro»
*Una vez pasado el laberinto, el difunto llegaba a la SALA DE LA DOBLE VERDAD, donde un tribunal formado por 42 jueces «arcanos del tarot egipcio» y presidido por Osiris, evaluaba su vida y ante los dioses hacía la confesión negativa.
conjuro 125.
«¡Yo os conozco, Señores de Verdad y Justicia! ¡Yo os traigo lo justo y he acabado con el mal!
¡Yo no he hecho daño a los hombres! ¡Yo no he oprimido a mis consanguíneos!
¡Yo no he sido mentiroso en lugar de ser verídico! ¡Yo no me he enterado de traiciones!
¡Yo no he sido malvado! ¡Como Jefe de hombres, yo no he hecho trabajar a ninguno cada día más de lo requerido»
Fórmula 53.
«Lo que yo detesto son las porquerías. ¡ Qué yo no deba beber cosas fétidas, que yo no deba avanzar al reves!
¡Yo soy poseedor del pan en Heliópolis, que tiene el alimento en el cielo con Re y alimento con Geb»
*Tras la confesión, llegaba el momento decisivo del JUICIO, en el que se pesaba el corazón del difunto.
En un plato de la balanza, sostenida por Anubis» Dios chacal de la momificación».
Se colocaba una pluma de avestruz «la pluma de Maat, que simboliza la justicia»
En otro plato se depositaba el corazón, que simbolizaba las acciones realizadas por cada persona
El difunto se salvaba cuando la pluma y el corazón quedaban en equilibrio.
Como era tan importante el pesaje del corazón, los egipcios elaboraban un amuleto específico como el escarabajo del corazón»Khepri» que se colocaba sobre el corazón del difunto durante el proceso de momificación, porque era la representación del Sol al Amanecer, y el Sol era el protector del difunto.
En el reverso del amuleto se inscribía siempre la formula 30, para que el corazón no traicionara al difunto.
«¡Oh, mi corazón de ( mi ) madre! ¡Oh, mi corazón por el cual existo en la Tierra!
¡ No te levantes contra mí, como testigo! ¡No te opongas contra mí, entre los Jueces» ¡No estés contra mí delante de los dioses!
¡ No seas intransigente contra mí, delante del gran dios Señor del Occidente»
*Finalmente los dioses proclamaban su VEREDICTO FINAL:
Aquellos cuyos corazones hubieran pesado demasiado en la balanza: eran considerados impuros y condenados a toda clase de castigos: sufrir hambre y sed perpetuas, quemados al atravesar un lago, los devoraba una bestia salvaje…
Aquellos justificados, habían pasado la prueba a lo no pesar su corazón demasiado en la balanza, tenían motivos de felicitarse:
¡ Aunque yazgo en la tierra, yo no estoy muerto en el Occidente, porque soy un Espíritu glorificado para toda la eternidad»
*Se abría el PARAISO DE LOS EGIPCIOS «los Campos de Ialu o Campo de Cañas».
Los egipcios, lo imaginaban como un lugar muy parecido a Egipto, con ríos, montañas, caminos, cuevas y campos muy fértiles, en los que crecía la cebada hasta los cinco codos de altura.
Pero el difunto debía preocuparse por obtener su sustento, aún siendo un «glorificado», porque tenía que arar, segar, comer y beber, pero contaba con la ayuda de sirvientes «ushebtis» que eran las estatuatillas presentes en su ajuar funerario,que por el poder de la magia le acompañaban siempre y se convertían en sus criados.
Cada figurita tenía los brazos cruzados y sostenía en las manos aperos agrícolas, y en la parte inferior se inscribía:
Fórmula para que los ushebtis realicen los trabajos en la Necrópolis.
¡ Oh ushebti! Se ha llamado al Osiris ( nombre del difunto ) justificado a realizar cualquier trabajo que ha de realizarse en la Necrópolis.. Decid «estoy aquí» cuando se os llama»
*
Libro de la Muertos – Papiro. Simbolismo y doctrina.
La Simbología egipcia es aún, a pesar de los numerosos trabajos de los egiptólogos, poco conocida.
Como no podemos examinar todos los curiosos emblemas que se encuentran en los templos egipcios mencionemos simplemente los símbolos que más a menudo se asociaban a las figuraciones de la diosa Isis: los cuernos, el globo, el cántaro, la media luna, el niño al que está amamantando, el vestido que le llega hasta los pies, la barca, la hoz, y el Ankh, o cruz ansada (o cruz de San Antonio), cuyo significado sigue siendo misterioso; sin embargo, se da la siguiente interpretación:
«Es el símbolo de la vida eterna, el circuito vital irradiado por el Príncipe que baja a la superficie (sobre la pasi- vidad que él anima); penetra en las profundidades hasta el infinito, lo que está expresado por la línea vertical.»
En lo que respecta a las doctrinas secretas, citaremos algunos rasgos de esas síntesis doctrinales, en que se hallan reunidas casi todas las doctrinas clásicas del esoterismo: la organización del mundo por la acción de un Demiurgo ígneo, manifestándose fuera del caos primordial, de las Aguas tenebrosas; la aparición de las potencias divinas por parejas sucesivas compuestas por un dios y una diosa; la generación múltiple de éstos en el seno de la gran Unidad, que permanece siempre idéntica a sí misma; la posibilidad de una identificación del alma humana con el principio de que procede.
La teología, egipcia ejerció gran influencia sobre el pensamiento en el mundo de entonces cuando Alejandría llegó a ser el principal centro intelectual; las huellas se encuentran fácilmente en ciertas Gnosis, en los diferentes Misterios del imperio romano y, según parece, hasta en el cristianismo: según ciertos autores, en el culto de Isis estaría el origen del culto cristiano de la Virgen, pues la diosa egipcia era la simbolización de la Naturaleza, siempre fecundada, pero siempre virgen.
La importancia del Libro de los Muertos en las Iniciaciones, y su relación con la triada: Alma-Espiritu-Cuerpo
Los Magos, Thermothestes guiaban a sus discipulos y les enseñaban el conocimiento esoterico, a través de las iniciaciones, donde pasaban unas pruebas.
Y se enseñaban estas teorias:
El destino del Alma está en el Cielo; el destino del cuerpo está en la Tierra.
Los ritos de momificación determinan la dirección del viaje.
*El Ego personal y el Alma ante la sala del Juicio
El ego personal, simbolizado en la antigua cultura egipcia por el corazón, es de naturaleza doble. Posee un aspecto espiritual superior, que le otorga las facultades mentales de la memoria y la imaginación, pero este reflejo de la Inteligencia se encuentra sumergido en el mundo del deseo y de la dualidad, el “karma” de los hindúes. Por ello, se entiende como una suerte de Alma inferior humana o mente con deseo.
*El corazón tiene dos nombres que en la vida hacen uno: Ab y Hati.
El Hati es el corazón físico, el que se queda en la Tierra, el aspecto temporal, la sede de las pasiones que se deben dominar para trascender la naturaleza inferior.
El Ab es el que va a ser juzgado, como el testigo que mira hacia el pasado y e futuro del Alma.
Helena Blavastky insiste en que el Alma que aspira a la osirificación, a la resurrección o renacimiento en un plano superior, es el yo personal (Ab).
Este corazón, Ab, es a su vez el aspecto inferior de la mente. El Ba es el superior, y los dos constituyen una unidad. De hecho, deben integrarse «luz y ocuridad» como tal en la Sala del Juicio para demostrar estar en la Verdad, en la Justicia, en la Ley y en la Luz. Esto es lo que supone el alma osirificada, que permite al Ba recuperar el poder sobre su memoria y su imaginación. Hay varios capítulos del Libro de los Muertos en que el corazón hereditario, Geb-Ba o el principio que reencarna, solicita a su corazón Ab que no testimonie contra él.
Oh corazón mío, mi corazón hereditario, (te) preciso para mis transformaciones (…) no te separes de mi ante el guardián de las balanzas. Tú eres mi personalidad dentro de mi pecho, compañero divino que vela sobre mis carnes. (Libro de los Muertos, cap. LXIV, 34, 35).
El corazón Ab debe dar testimonio de la inocencia del difunto, y de que en la Tierra se ha conducido como un discípulo en el Sendero espiritual. Este corazón es el centro de forma y de vida de toda la personalidad temporal, que tiene que demostrar haber sido el correcto canal de los principios superiores frente al Tribunal de Osiris.
Cuando el corazón del difunto es juzgado puro, la sentencia de su liberación que pronuncia el juez es:
Que el corazón sea puesto en su lugar en la persona de Osiris. El retorno del corazón al pecho del difunto es el signo de su renacimiento, y está asociado con el escarabajo.
La osirificación del corazón va a permitir el renacimiento del alma en el plano de Atum, su divinización y su fusión en la luz de Re.
El corazón, una vez osirificado, ya no se va a transformar más, pero el Ba continuará aún con sus transformaciones.
El difunto dice: Yo veo las formas de mí mismo, como varios hombres transformándose eternamente. (…). Yo conozco este capítulo. Aquel que lo conoce asume toda clase de formas vivientes. (Libro de los Muertos, cap. LXIV, 29-30)
El juicio del corazón determinará la dirección del viaje, ya sea para reencarnar en la Tierra o para continuar sus renacimientos en el Cielo.
Si no logra pasar el juicio, el corazón es tragado por el monstruo Amhet, que lo excreta en los planos inferiores, transformándolo en el cuerpo causal de una futura vida o encarnación.
El Ba se invierte, vuelve al Duat cabeza abajo, y volverá a tener una casa en la Tierra, lo que se representa con el Ba regresando a la tumba. Volver a la tumba significa reencarnar.
Es por eso por lo que se ve al Ba llevarle a la momia funciones vitales y alimentos, lo que representa el proceso de una nueva encarnación en la Tierra.
En realidad, la momia no renace en el más allá, sino que simboliza la futura personalidad o cuaternario que deberá encarnar, en estado de germen.
La momia representa el cuerpo que se queda en la Tierra, y a su vez la figuración del destino último del alma, el Sahu, lo que puede crear muchos malentendidos porque es un concepto utilizado de manera alegórica.
El cuerpo, después de la muerte, es el soporte en el mundo de lo terreno de la recomposición de los elementos del septenario que tienden a la disolución de la muerte. Los ritos funerarios propician la transfiguración del difunto en el cuerpo de luz o Akh.
La momia, como prefiguración del cuerpo de luz, es también llamada Sahu, que hay que distinguir del cadáver o cuerpo putrescible, que es Khat, y del Djet, que es el cuerpo físico viviente.
La momia puede también representar el contenedor o vehículo de lo que va a ser transformado o renacer en cualquier plano. Estar en estado vegetativo o latente. Pero esto puede prefigurar tanto la latencia del cuerpo físico como la del alma superior.
No es la momia física la que resucita.
Cuando en los textos se ve al Ba regresando a la momia, se está figurando el descenso del alma al plano terrestre, es decir, la reencarnación.
El que va a revivir (…), el Alma debía reunirse con la momia (Libro de los Muertos, cap. XXXIX) y volver a darle vida. Después de haber pasado un tiempo en el más allá, en el Amenti, y haberse purificado en la vida pasada, el difunto era llamado a aportar nuevas existencias a la momia, el germen causal de su próxima encarnación.
Oh, dioses de Heliópolis (…) concededme que mi Alma venga a mí en cualquier lugar donde esté. (…) Mi Alma y mi inteligencia me han sido arrancadas. Haced que mi Alma vea mi cuerpo, si la encontráis… Que se una a su momia (que se reencarne)
(Libro de los Muertos, cap. LXXXIX).
Cuando la momia llama al alma o Ba, representa al germen del futuro ego personal que se está reconstituyendo para una nueva encarnación.
No hay resurrección de la carne en el mundo terrenal. El destino del alma está en el Cielo, el destino del cuerpo está en la Tierra. En el libro de las Respiraciones o Shai-N-Sin Sin, supuestamente redactado por Isis para su hermano Osiris, para hacer revivir su cuerpo, se dice: Tu individualidad es permanente; tu cuerpo es durable; tu momia germina.
La germinación de la momia es el símbolo de la resurrección o reencarnación en la Tierra.
Si el Alma es osirificada, esto quiere decir que si corazón es tan liviano como la pluma de Maat, y no es detenido por el monstruo Amhet. Entonces será el dios Horus quien presentará, no el corazón, sino el Alma viviente justificada Libro de los Muertos, cap. CCXXV) del difunto a Osiris, dios del más allá.
El Alma viviente podrá continuar su itinerario hacia la luz del día. Se purificará en el lago de fuego (Libro de los Muertos, cap. CCVI) y avanzará en el camino que le conducirá a su verdadera naturaleza, que es ser luz junto a Re.
El Libro de los Muertos ofrece una lista completa de las transformaciones del Alma que el difunto lleva a cabo mientras se despoja progresivamente de sus vestiduras, capas más opacas y densas, en la medida en que se eleva,
de la noche del Duat, a la Luz del horizonte de Re. La sombra (Kaibit), la forma astral, es aniquilada, devorada por el Oreus (Libro de los Muertos, cap. CIL, 51). Los Manes serán aniquilados; los dos Gemelos (los principios cuarto y quinto) serán disipados; pero, el Alma Pájaro (Ba), la golondrina divina y el Oreus de llama (Sahu, que reúne los tres componentes superiores en una unidad)vivirán en la eternidad, pues son los maridos de su madre.